MANEJO DE LOS PORTAFOLIOS

EL MANEJO DE LOS PORTAFOLIOS

En un aula en la que usan portafolios , la administración del trabajo de los estudiantes y el tiempo par encararlo eficazmente representan más de un desafío, los docentes deben encontrar formas de manejar grandes cantidades de papel y proyectos aun más grandes. Incluso después de reconocer el potencial de los portafolios, muchos educadores consideran abrumadora la perspectiva de cientos de folios, carpetas y cajas. Independientemente de la manera en que se usen los portafolios, debe prestarse seria atención a los desafíos asociados que plantea el manejo.

Contenedores
El primer problema logístico que enfrentan la mayoría de los docentes es el del depósito. Cuando se
empieza con un portafolio de trabajo, hay unas cuantas posibilidades para guardar los papeles u otros ejemplos de trabajo de los alumnos.

Carpetas de papel manila
Un buen lugar para comenzar es con una serie de carpetas de papel manila, una para cada alumno de la clase. Aunque las carpetas suelen deteriorarse rápidamente, son una manera sencilla de iniciar el proceso de los portafolios . Un ventaja de este tipo de carpetas es que se prestan a la decoración por parte de los alumnos, una actividad que los ayuda a enorgullecerse por su trabajo. Sin embargo , si no se guardan en un contenedor más grande –una caja, por ejemplo– existe el peligro de que ese trabajo se pierda.

Carpetas colgantes
Las carpetas colgantes son una excelente elección par un portafolio de trabajo. Si se guardan en un cajón o una caja grande, los alumnos tienen fácil acceso y pueden meter cosas en ellas. Sin embargo, según cuál sea su diseño, tal vez no se presten tanto como las carpetas de papel manila a la decoración.

Carpetas con dos solapas
Algunas carpetas tienen dos solapas una a cada lado cuando la carpeta está abierta. Éstas son un tanto
más rígidas que las de papel manila, pero menos durables que las colgantes. Los bolsillos permiten que los alumnos separen sus elementos en dos categorías, representativas de diferentes tipos de trabajo (redacciones en estilo persuasivo y narrativo o forma final y etapa de revisión). Las carpetas de dos bolsillos pueden ser decoradas por los alumnos , en el exterior y en cada uno de los bolsillos interiores. Estas carpetas también debenguardarse en otro contenedor del tipo caja o un cajón.

Archivos extensibles (tipo acordeón)
Los archivos extensibles son un poco más durables que las carpetas de papel manila y pueden comprarse con divisiones para facilitar la organización del portafolio. Además son independientes y pueden guardarse en una estantería. Los archivadores extensibles pueden cerrarse para que los elementos guardados en ellos no se caigan, pero su superficie no se presta con demasiada facilidad a la decoración.

Cajas
Las cajas son un recipiente adecuado par un portafolio de trabajo o un portafolio de presentación.
Algunas son más convenientes para los niños más pequeños porque su uso exige menos destreza manual que las carpetas de papel manila o los archivadores tipo acordeón. Poner y sacar papeles de una caja requiere habilidades motrices elementales, en tanto que un archivador extensible puede exigir una motricidad más fina y sofisticada.
Los envases de cereales con la parte de arriba recortada pueden ser un excelente recipiente para los materiales del portafolio. Las cajas de tamaño uniforme se pueden apilar fácilmente, lo que hace más sencillo su almacenamiento. Las cajas de pizza tienen la ventaja adicional de que la tapa está unida y no puede traspapelarse. Las cajas en general también tienen la atractiva ventaja de contar con varias superficies que pueden decorarse llamativamente.

Carpetas con ganchos
La carpeta con ganchos es un buen recipiente para los materiales del portafolio y puede usarse tanto para el tipo de presentación como par los operativos. Es durable y se la puede equipar con divisiones o carpetas con bolsillos que ayudan a los alumnos a mantener organizados sus materiales ya que permite guardar elementos poco comunes o de tamaños irregulares.

 Almacenamiento electrónico
Algunos editores comerciales tiene hoy en venta programas para guardar electrónicamente el trabajo delos alumnos. Este método tiene la ventaja evidente de permitir que enormes cantidades de papel se guarden en un espacio muy pequeño.




MANEJO DE LOS PORTAFOLIOS EN LAS ESCUELAS
. A continuación, el docente debe decidir dónde poner las carpetas, cajas
o archivadores en el aula. Si la idea es que los portafolios acompañen a los alumnos a lo largo de su carrera escolar, debe idearse un sistema que conserve los recipientes de un año al siguiente.

Propiedad
La propiedad es una cuestión que hay que considerar. ¿De quién es el portafolio? ¿Del alumno? ¿De la escuela? ¿Del distrito? Los portafolios pertenecen a los estudiantes, excepto en el caso de los portafolios de evaluación ordenado por el Estado. Los alumnos son dueños de los trabajos incorporados a los portafolios de evaluación, aunque es posible que éstos queden en la escuela hasta que se evalúen y se registren los resultados. Los estudiantes también son dueños del contenido de los portafolios, par los que seleccionan y muestran sus mejores trabajos de uno a otro año. El alumnos puede llevar a su casa los no seleccionados. Desde luego, cuando los estudiantes dejan la escuela porque se trasladan a otro distrito o se reciben el portafolios se desplaza con ellos.
Almacenamiento en la clase
Muchos docentes sienten aprensión ante el hecho de tener que encontrar lugar en el aula para guardar los portafolios.  En el caso de los profesores de colegios secundarios que pueden tener cinco o seis clases separadas, la perspectiva de cinco o seis cajas de cartón no es atractiva.
No obstante, el acceso a los portafolios (en particular los de trabajo) es importante para la concepción de éstos. Un portafolio de trabajo es precisamente eso, un depósito para contener trabajos en proceso de elaboración. Es necesario que los estudiantes tengan libre acceso, para agregar ítems o sacar elementos a fin de trabajar con ellos. Si los portafolios se guardan en un lugar inaccesible, no adquirirán el hábito de utilizarlos con frecuencia. Si se usan cajas de archivo con tapa, pueden apilarse unas encima de las otras y ocupar muy poco espacio en el suelo.
Almacenamiento en la escuela
Si los portafolios acompañan a los estudiantes año tras año, deben tomarse medida para guardarlos en la escuela. Aunque el espacio necesario es significativo cuando se trata de cientos de estudiantes. Además éstos y los docentes deben poder tener acceso a sus portafolios.
No hay soluciones fáciles para este problema: cada escuela tendrá que encontrar su propio método. La organización y un cuidadoso rotulado son esenciales. Algunas escuelas  tienen armarios lo suficientemente grande para guardar en ellos una fila de cajas . Cualquiera que sea el sistema adaptado es preciso que los docentes puedan recuperar los portafolios por lo menos una vez al año, a fin de agregar material de los alumnos antes de que aquéllos pasen al siguiente maestro.
Traslado de los portafolios
¿Qué pasa con los portafolios al final del año? ¿Cómo hay que manejarlos para que los docentes no se sientan abrumados por el reto que implica pasarlo de uno al otro?
Si el destino de los portafolios es quedar en la escuela debe idearse un sistema que garantice que se
guarden durante el verano y se entreguen a los docentes que los necesiten al año siguiente. Esto es un asunto relativamente simple es posible juntarlos y reorganizarlos de acuerdo con las clases a las que irá cada alumno . Como alternativa , los docentes pueden reunirse para pasarlos de uno a otros. Los nuevos docentes pueden observar los trabajos y aprender algo sobre sus futuros alumnos. Cuando los estudiantes pasan de un nivel a otro (del primero al segundo ciclo de la escuela primaria o de ésta la colegio secundario), los portafolios deben trasladarse a otro edificio. Además , algunos alumnos cambiarán de escuela , lo que hará necesario enviar sus portafolios al nuevo establecimiento. Facilita las cosas la designación de una persona que se encargue de este trámite, par asegurarse de que el material no se extravíe o quede enterrado en el fondo de un armario.

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